SALÓN DEL PALACIO DE LA MONCLOA. INTERIOR. MEDIODÍA.
Las cortinas amortiguan
la luz de un soleado mediodía de junio. PEDRO está sentado en un trono. Sobre
el traje azul oscuro lleva un falso manto real de armiño y una corona del
Burguer King. A su derecha, de pie, su consejero IVÁN.
Un lacayo abre las
puertas del salón y entran con paso medroso las ministras NADIA y MARGARITA. El
CHAMBELÁN golpea tres veces el suelo con el bastón y anuncia...
CHAMBELÁN
...Señora ministras Doña Margarita y Doña Nadia.
PEDRO
(Magnánimo)
Avanzad, avanzad sin
miedo.
Nadia y Margarita
aceleran el paso hacia el trono, pero se acercan demasiado y Pedro las detiene
con la mano, como un guardia de tráfico. Quiere que se retrasen un poco y
sacude el aire con el dorso de la mano, hasta que Nadia y Margarita se colocan
donde desea. Miran el atuendo de Pedro y se miran.
PEDRO
Bien, vayamos al grano.
Voy a crear la Dirección General de Bienestar Animal...
Hace una pausa para
comprobar la reacción de Nadia y Margarita.
MARGARITA
(Por decir algo)
Pero el bienestar animal
no es competencia de nuestros ministerios, señor presidente.
PEDRO
(Levanta las manos y dibuja con ellas un paréntesis de arriba
abajo que contiene su figura. Quiere llamar la atención sobre su porte
mayestático)
Majestad, a partir de ahora me llamaréis
Majestad, pero, de momento, sólo en privado. Todavía no es conveniente que lo
hagáis en público. El pueblo aún no está preparado.
IVÁN
(Interviene tras un gesto de Pedro)
Pero pronto lo estará, exigirá el derrocamiento de Felipe VI y aclamará a Pedro V.
NADIA Y MARGARITA
¿Pedro V?
PEDRO
(Haciendo la V de victoria con los dedos índice y corazón de la
mano derecha)
C´est moi.
IVÁN
Ya tenemos nombre:
¡Nueva Monarquía!
PEDRO
(De sopetón)
Voy a nombrar directora
de la nueva Dirección General de Bienestar Animal a mi perra Turca
Nadia y Margarita quedan
boquiabiertas, ojipláticas y esfintocerradas durante unos segundos. Iván se
frota las manos, ríe y asiente con la cabeza. Pedro queda en actitud expectante.
MARGARITA
(Balbuceando)
¿Y qué va a pensar
nuestros socios europeos..., y la ciudadanía y la prensa?
NADIA
(A Margarita, como si estuvieran solas)
No puedes tomártelo en
serio, es una broma.
MARGARITA
(A Nadia, como si estuvieran solas)
Después de lo que ha
pasado los últimos meses..., y de esta (mira a su alrededor)..., de esta presentación, ¿crees que no debería hacerlo?
NADIA
(A Pedro)
¡Es una broma!
Pedro posa el dedo índice
sobre los labios para que no sigan hablando. Se levanta del trono, camina muy
despacio alrededor de Nadia y Margarita.
PEDRO
Ayer estuve viendo un
documental muy interesante sobre Calígula, el emperador de Roma... Lo iban a
emitir esta semana en TVE... Por supuesto, le he dicho a Rosa María que
posponga su emisión, y también que destine al jefe de programación al centro
territorial de Melilla... Lástima no contar con colonias en ultramar... A lo
que iba, que el documental y la crisis que afrontamos me han hecho reflexionar:
el poder no es tal si no aspira a ser poder absoluto.
MARGARITA
Seguimos sin entender
por qué nos cuenta todo esto a nosotras, señor presiden... Majestad.
IVÁN
Simplemente, queremos
saber vuestra opinión. Hay parte de la opinión pública que os considera el
reducto de sensatez de este Gobierno. Cada escándalo le hace preguntarse: ¿qué
opinan en el PSOE, que opinan las ministras Calviño y Robles? ¡Ellas no pueden
apoyar esto!
Pedro comprueba que está
bien colocado el auricular que lleva en la oreja derecha a través del cual le
dictan.
PEDRO
(Hablando a la solapa, sin importarle que Nadia y Margarita sepan
que le van a dictar el discurso)
A ver, tú, me lo lees
despacito y vocalizando bien.
(Engola la voz y recita el texto transcrito del documental sobre
Calígula, hasta que termina...)
“...el servilismo y
cobardía de los senadores romanos, junto a la implacable persecución de
Calígula, hicieron que acabara nombrando cónsul a su caballo, un hecho con el
que pretendía demostrar su poder sobre las instituciones públicas del
Imperio”.
MARGARITA
Pero todo eso ocurrió
hace siglos. Hoy no es posible algo así, ni en España ni en Europa ni
en ningún parte.
IVÁN
Eso es justamente lo que
queremos demostrar, que sí es posible.
Margarita intenta
razonar. Nadia parece enfadada con ella por intentarlo.
MARGARITA
No, no es posible, y,
además... no es necesario.
PEDRO
Pensáis de un modo
anticuado. En la Nueva Normalidad la mayor barbaridad es posible si se aparenta
normalidad y si se hace con decisión y repentinamente, sin dar respiro a la
gente, y cometiendo otra al día siguiente. Un escándalo, y otro, y otro, hasta que lo anormal se normalice.
IVÁN
Para eso, claro,
necesitamos que los medios normalicen lo anormal entre la opinión pública, y
que esta haga lo propio con los medios
(Ríe y se frota las manos)
Es un circulo
viciosísimo... y divertidísimo.
PEDRO
Elaborar y administrar
un presupuesto es muy aburrido. Para eso no quiero el poder. ser poderoso es
hacer lo imposible, y hacer lo imposible es hacer lo impensable, lo impensable
para una mente vulgar.
Nadia y Margarita notan
un brillo demente en sus ojos. No deberían haber permitido que llegara tan
lejos. Están asustadas.
PEDRO
Ah, os comprendo: teméis
por mí... Sí, ya sé que Calígula murió asesinado por su propia guardia, y que
pasó a la posteridad como un tirano, un enfermo mental capaz de las mayores
delitos y locuras... Pero eso a mí no me ocurrirá.
Mira a uno de los
guardias civiles que están apostados cada cinco metros a lo largo de las
paredes del salón. El guardia le sostiene la mirada desafiante. Pedro saca el
teléfono móvil del bolsillo de la chaqueta, lo manipula... De repente se abre
una trampilla a los pies del guardia, cae mientras se escuchan sus gritos cada
vez más lejos. Nadia y Margarita se muestran espantadas la vez que sorprendidas
por el abismo que se abre bajo el palacio de la Moncloa.
La trampilla del suelo
se cierra y se abre otra en el techo, justo encima. De ella empieza a descender
suavemente un brazo mecánico con una pinza en el extremo que transporta a otro
guardia con el objeto de depositarlo en lugar del anterior. A medio camino el
brazo se sacude y se detiene, parece atascado. Pasan unos segundos. Arriba se
escucha discutir a dos hombres y después unos golpes metálicos. El brazo
reinicia la bajada suavemente, pero se sacude otra ve; la pinza se abre
violentamente a medio metro del suelo. El pobre guardia trastabilla hasta caer
a los pies de Nadia y Margarita. Les saluda con un gesto desde el suelo, se
levanta, recoge el tricornio y el mosquetón y se acomoda el capote (Pedro les
ha obligado a vestir el uniforme antiguo porque -les ha dicho- siguen siendo un
cuerpo franquista). El guardia aprovecha la situación para colocarse un palmo a
la derecha de la trampilla, esperando que Pedro no se dé cuenta. Pedro lo mira
muy serio y la indica en la cabeza que se corra un palmo a su izquierda. El
guardia niega asimismo con la cabeza y suplica con la mirada. Pedro repite la
orden gestual. El guardia, por fin, obedece.
PEDRO
(A Nadia y Margarita)
No, no me ocurrirá.
Vuelve a sentarse en el
trono.
PEDRO
Os voy a demostrar que
si nombro a mi perrita Turca directora general, como Calígula nombró cónsul a
su caballo Incitatus, en dos día los medios y la opinión pública alabarán mi
buen criterio. Haceos a un lado, por favor.
Da unas palmadas. El
lacayo abre las puertas del salón. El chambelán golpea el suelo tres veces con
el bastón y anuncia...
CHAMBELÁN
Los creadores de
opinión.
(Añade con recochineo)
El Cuarto poder.
Entra un nutrido grupo
de periodistas y colaboradores de los principales medios de comunicación:
televisión, radio y prensa escrita. Representan la flor y nata de los creadores
de opinión de la última década. Han entrado y se han colocado en formación, dibujando
un cuadrado perfecto y guardando la misma distancia entre ellos, marcialmente,
como si lo hubieran ensayado muchas veces, aunque Nadia y Margarita saben, sin
saber cómo lo saben, que lo han hecho de forma espontánea. Y hay algo aún más
extraño: viste cada uno como habitualmente lo hace, a su manera, pero al mismo
tiempo es como si fueran uniformados. Con su fisonomía ocurre lo mismo: tiene
cada uno su aspecto singular, sus rostros y cuerpos individualizados, pero hay
algo, no sabrían decir exactamente qué, que los iguala. El conjunto resulta
inquietante.
Los creadores de opinión
se encuentran ahora frente al trono.
PEDRO
(Mirando a Nadia y Margarita)
Amigos de la prensa,
vais a escuchar con atención a mi consejero y portavoz de asuntos pandémicos...
(Toca cariñoso el hombro de SIMÓN)
... y próximo ministro
de la Verdad de la Nueva Monarquía de la III República española.
A la vez que el grupo,
Simón ha entrado por una pequeña puerta lateral y se ha situado de pie, a la
izquierda de Pedro. Tiene cara afable, ojos claros y unas cejas hirsutas que le
dan aspecto de duendecillo bondadoso. Sin embargo, cuando abre la boca deja ver
unos dientes afilados que le dan un aspecto siniestro.
SIMÓN
(Alegre, con voz aflautada y ronca)
Niños, ahí va un
silogismo:
(Recita)
Todos los hombres son
mortales.
Sócrates es un hombre.
Conclusión: Sócrates... (hace una pausa dramática)...NOOOO es mortal.
Los creadores de opinión
permanecen en silencio durante unos segundos, hasta que lo rompe el que se
encuentra situado en el centro de la primera línea.
FERRERAS
Evidente.
Se pronuncia también el
que está a su izquierda.
ESCOLAR
Claro como el agua
clara.
Y luego la que está a su
derecha.
ANA PASTOR
Doy fe de ello, no es un
bulo: todos los hombres son mortales, Sócrates es un hombre, y, a pesar de
ello, Sócrates es inmortal.
Iván se frota las manos,
ríe y asiente con la cabeza. Pedro mira a Nadia y Margarita con satisfacción.
El resto del grupo alaba
las habilidades comunicativas de Simón.
EL CUARTO PODER
-Y qué manera de decirlo, qué serenidad.
-Dan ganas de llevárselo a casa para que acueste a los niños.
-Es adorable.
-Qué humilde, qué profesional.
-Es ya como de la familia, de todas las familias de la buena gente.
-Es claro, cálido, mesurado, un icono de la nueva masculinidad.
-Es muy sabio, y el que diga lo contrario desprecia la
ciencia y la razón.
Terminan las loas
alternando vítores y aplausos.
EL CUARTO PODER
¡Simón... plas, plas,
plas! ¡Simón... plas, plas, plas! ¡Simón... plas, plas, plas! ¡Simón... plas,
plas, plas!
Pedro corta con un gesto
tajante las muestras de entusiasmo del cuarto poder.
PEDRO
Bueno, ya está bien.
SIMÓN
(Crecido)
¿Puedo probar otra vez,
puedo probar otra vez?... Una más difícil todavía.
PEDRO
(Como a un hijo pequeño algo pesado)
Bueeeeno, pero sólo una
vez.
Simón se acerca a un
gran ventanal y descorre las cortinas. Entra a raudales la luz de mediodía.
SIMÓN
(Retando travieso)
¡Os digo que es de
noche!
Los miembros del cuarto
poder se ponen al unísono gafas negras para protegerse de la luz del sol,
marcialmente, como un pelotón que presenta armas.
FERRERAS
Bien claro se ve… quiero decir, que bien claro se ve que no se ve.
ESCOLAR
Oscuro como boca de
lobo.
ANA PASTOR
Debo verificar y
verifico que, a pesar de ser las doce de la mañana y disfrutar de un día
soleado, es de noche.
EL CUARTO PODER
-Y qué manera de decirlo, qué serenidad.
-Dan ganas de llevárselo a casa para que acueste a los niños.
-Es adorable...
-Qué humilde, qué profesional.
-Es ya como de la familia, de todas las familias de la buena gente.
-Es claro, cálido, mesurado, un icono de la nueva masculinidad.
-Es muy sabio, y el que diga lo contrario desprecia la ciencia y la razón.
Nadia y Margarita lo
contemplan todo con espanto.
Pedro se levanta del
trono. El cuarto poder reacciona abriendo la formación y situándose en dos
líneas a cada lado del salón. Pedro baja los tres escalones del trono, saca el
móvil del bolsillo de la chaqueta y se lo entrega a Iván.
PEDRO
Nadia, Margarita, ¿os
importa colocaros en el mismo lugar que antes?
Nadia y Margarita están
recelosas, sin embargo, obedecen.
PEDRO
¿Qué os parece mi idea
de nombrar directora de la Dirección de Bienestar Animal a mi adorable Turca?
NADIA
(Cierra los ojos y suspira)
Es un disparate, la idea
más absurda que he escuchado nunca. Debes dimitir inmediatamente y dejar que
presida el Gobierno alguien que no esté intelectual y moralmente
desequilibrado.
Pedro sonríe, como si
esperara la respuesta de Nadia. Mira al suelo inclinando ligeramente la cabeza
hacia un lado y otro, como comprobando algo. Se sitúa al lado de Margarita y
sujeta con fuerza su brazo, ella lo mira asustada. Pedro mira a Iván y cierra
los dos ojos. De repente se abre una trampilla... Nadia cae al abismo.
Margarita queda con un pie en el aire y otro en el suelo. No cae tras Nadia
porque Pedro la sujeta. Margarita ya no se sorprende de la profundidad del
abismo que se abre bajo el palacio de la Moncloa; sólo tiene miedo, un miedo
tan intenso que le ha desteñido el pelo y descubre su pelo blanco natural. La
trampilla se cierra y Margarita queda sobre ella.
PEDRO
(Sonriendo)
Margarita, vuélvete y
responde a los amigos de la prensa qué te parece mi idea de nombrar directora
de la Dirección de Bienestar Animal a Turca.
El grupo ha formado otra
vez en cuadro. Cuando Margarita se gira todos sacan de sus bolsillos el móvil y
lo presentan ante Margarita con el brazo derecho completamente extendido.
Graban.
MARGARITA
Hay que promocionar el
talento... Y si alguien... humano o animal… tiene ese mérito, esa capacidad y
ese currículum... ¿Por qué no?... Hay que nombrar a alguien que tenga la
capacidad... adecuada... y no puede considerarse un demérito que ese alguien
sea... una perrita. Todo el mundo, también los perros,
deben contar con la presunción de inocencia. Lamento que en España la gente se
haya acostumbrado a sembrar la sombra de la duda sobre las personas... y los
animales. Deberíamos ser más generosos. Sería bueno una España en
positivo. Si no se demuestra el mérito, exijamos responsabilidades. Pero como
creo fervientemente en la presunción de inocencia de ese mérito y capacidad, no
debemos de hacer juicios de valor a priori, ya se trate de hombre o mujer...
perro o perra.
Aprieta los ojos y los
labios con fuerza, esperando que el abismo se la trague como al guardia civil y
a Nadia, pero escucha:
EL CUARTO PODER
¡Margarita... plas,
plas, plas!
¡Margarita... plas,
plas, plas!
¡Margarita... plas,
plas, plas!
¡Margarita... plas,
plas, plas!
Margarita respira
aliviada, después sonríe, hasta que empieza a reír y llorar alternativamente.
Parece desquiciada.
Simón aplaude
entusiasmado como un niño pequeño. Iván susurra al oído de Pedro
IVAN
Majestad, esto es pan
comido.
Pedro sonríe en el
trono.
Me parece que la acción discurre en palacio.Pero Real.En la plaza de Oriente.
ResponderEliminarDebería presentar el guón para montarlo en tv esperpento.Muy bueno.Faltan los dos enanitos bufones M.A.Oliver y de Maceros Reales el Gordo Abalos y su matón Koldo, y creo que casi tendríamos completo el cuadro de Velazquez, a falta de la pettira y las niñas.(Si no fuera porque son menores de edad y no tienen nada que ver con la pelicula, salvo los posibles derechos sucesorios).
Se me olvidaba el jorobadado de Galapagar y su dama de compañía.
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