01. HABITACIÓN DE HOTEL. INT. DÍA.
(Se escucha la canción “Soy un truhan, soy un señor”). Luis RUBIALES, presidente de la RFEF, se abrocha los puños de la camisa cuando oye el sonido de notificación de Whatsapp. Coge el teléfono, lee el mensaje entrante, sonríe y contesta.
PRESIDENTE SÁNCHEZ (Mensaje)
Buenos días Luis. Tú sí has comprendido
que el fútbol es una herramienta de cambio social, mejora e igualdad. Te has preocupado por el fútbol femenino como nadie y lo has engrandecido. Por eso te hemos apoyado en todo momento y por eso hoy necesitamos ganar. Un fuerte abrazo y mucha suerte. A por el mundial!!!
RUBIALES (Mensaje)
Gracias presidente. Te agradezco tu apoyo. Por mi parte, ya sabes que la Federación está para lo que necesites, sea lo que sea. Un abrazo.
Rubiales deja el teléfono y sigue arreglándose para asistir a la final de la Copa Mundial Femenina de fútbol, que disputa la selección española contra la inglesa. Llaman a la puerta. Baja el volumen de la música y abre la puerta. Entra Eugenio GRANDE, su jefe de gabinete.
RUBIALES
¿A que no sabes quién me ha mandado
un mensaje de apoyo muy cariñoso?
GRANDE
¡Tebas!
RUBIALES
¡Qué cachondo! Te veo de buen humor. Qué, pájaro, ¿ligaste anoche?... Pero no a cargo del presupuesto, espero.
GRANDE
No bromees con eso... Bastante tuvimos con las denuncias de mi antecesor... tu tío Juan.
RUBIALES
Mi tío, sí, pero un hijo de la grandísima
de puta... Menos mal que la Fiscalía lo paró todo. Imagínate tener que dimitir porque mi jefe de gabinete, no un conserje cualquiera... ¡mi jefe de gabinete!... denuncia que organizamos fiestas con putas a cargo de la Federación.
GRANDE
Bueno, por eso y por lo de Piqué y la Supercopa en Arabia, por las grabaciones al ministro y otros altos cargos del Gobierno, por los viajes de placer con dinero de la Federación, por el caso Negreira, por...
RUBIALES
No sigas, mamonazo...
Rubiales hace un movimiento rápido para colocarse detrás de Grande, que es pequeño y flaco, rodea su cuello con el brazo y tira de él suavemente hacia atrás, dejándolo sobre la moqueta. Luego, se coloca frente a él y le ofrece la mano para levantarlo.
GRANDE
(Tomando la mano de Rubiales). Un día te voy a denunciar por acoso laboral y abuso de poder...
Rubio tira con fuerza de Grande hacia arriba y lo levanta. Con la otra mano intenta agarrarle los genitales, pero Grande lo evita echando el culo hacia atrás.
GRANDE
... y por agresión sexual.
RUBIALES
Anda, anda, que sé que te gusta.
GRANDE
Bueno, a ver, dime quién te ha mandado un mensaje de apoyo muy cariñoso.
RUBIALES
El presidente Sánchez.
GRANDE
No podrás decir que te ha dejado con el culo al aire... El Secretario de Estado ha ido guardando en un cajón todas las denuncias que ha recibido contra ti. Si hubiesen llegado al TAD... la cosa
se habría puesto fea.
RUBIALES
Y se lo agradezco, pero también yo he hecho cosas por él... Para empezar, he hecho campaña a su favor en todo momento (Poniéndose la chaqueta). Bueno, vamos, que hay una final que ganar (Entonando a Serrat).¡Hoy puede ser un gran día!
02. PALCO DE AUTORIDADES DEL STADIUM AUSTRALIA, SIDNEY. INT. NOCHE.
En el marcador del estadio se lee ENGLAND-0:SPAIN-1. La árbitra pita el final del partido. España es campeona del mundo femenino. Las jugadoras y el equipo técnico celebran eufóricas la victoria. En el palco, más eufórico si cabe, Rubiales levanta los brazos, salta, grita... Ve como el seleccionador Vila mira hacia el palco desde abajo, apuntándole con el dedo. Rubiales hace lo mismo, pero abriendo las piernas y llevándose la otra mano a la entrepierna. A la derecha de Rubio, la reina Letizia y la infanta Sofía no se dan cuenta del gesto obsceno del presidente de la Real Federación. Un poco más a la derecha, a un par de metros, el presidente de la FIFA, que sí lo ha visto, sonríe y mueve la cabeza de un lado a otro, como el que observa la trastada de un niño.
03. TERRENO DE JUEGO DEL STADIUM AUSTRALIA, SIDNEY. INT. NOCHE.
En el césped se celebra la ceremonia de entrega
del trofeo de campeonas del mundo. Jenni Hermoso espera con sus compañeras para subir al podio y recoger su medalla. Ya ha olvidado el penalti fallado en el minuto 70; de marcarlo, a buen seguro habrían sufrido mucho menos. Pero al final se ha ganado. Llega su turno. Le impone la medalla el presidente de la FIFA. Abraza a la reina y después a la infanta. Llega a Rubiales; se abrazan efusivamente, hablan; de repente, él coge la cabeza de Jenni entre sus manos, le dice algo y le estampa un beso en la boca. Sale del podio y sigue celebrando el triunfo con sus compañeras.
04. DESPACHO DE LA MINISTRA DE ECONOMÍA SOCIAL Y SOSTENIBLE Y DERECHOS DE LOS SERES VIVOS. INT. DÍA.
Una secretaria abre la puerta y hace pasar a Sandra VERDUGO, presidenta de Futpro, y a Amanda RUFIÁN, periodista de elDiario.es y consejera ocasional de Yolanda Lanada, MINISTRA de Economía Social y Sostenible y Derechos Humanos de los Seres Vivos. La ministra se levanta y se acerca sonriendo a Sandra, la abraza y la besa.
MINISTRA
Cuánto tiempo... Pero te sigo en las tertulias y te leo... Tan combativa siempre, y sin perder nunca las buenas maneras. Como reza el viejo adagio: “puño de herrero en guante de palo”.
RUFÍAN
(Ignorando -está acostumbrada- la metedura de pata de la ministra). Te presento a Sandra Verdugo. Ya te he hablado de ella por Whatsapp. Es presidenta de Futpro, sindicato mayoritario
del fútbol femenino que cuenta con la friolera de sesenta y tantas afiliadas.
VERDUGO
(Algo resentida por el golpe bajo de Amanda). Encantada de conocerla, señora ministra. Admiro su labor y se la agradezco en nombre del fútbol femenino.
MINISTRA
(Con el tono de una Miss recién coronada y moviendo la cabeza de izquierda a derecha al compás de las frases). Soy yo la que está realmente encantada de conocerte y la que admira su labor... digo tu labor. Hace falta un sindicalismo feminista que luche sin resabidos patriarcales contra tantas desigualdades. (Aludiendo al bajo número de afiliadas del sindicato). Un sindicalismo así realiza una función social impagable, y por ello debe ser financiado con los impuestos e impuestas de
todos y todas...(Señalando un sillón y un sofá de dos piezas junto a una mesa baja). Pero vamos a sentarnos.
Se sientan las tres.
RUFIÁN
Sandra te pondrá en antecedentes.
VERDUGO
Bueno, a ver por dónde empiezo, señora ministra...
MINISTRA
Por favor, Sandra, tutéame.
VERDUGO
Gracias, lo haré... Bien, hace un año, quince jugadoras de la Selección anunciaron que renunciaba a jugar en ella hasta que el seleccionador fuera cesado. Adujeron que el seleccionador les imponía en las concentraciones una disciplina excesivamente rigurosa, llegando a veces al extremo de invadir su intimidad. A nivel deportivo, alegaron que el nivel técnico del seleccionador no era el adecuado: los entrenamientos eran poco exigentes y la planificación mala...
RUFIÁN
(Conociendo que la ministra no sabe mucho de fútbol, y menos aún de fútbol femenino)... Perdona un momento Sandra... Ministra, para que comprendas por qué esa actitud no fue bien recibida en el mundo del fútbol, debes saber que algo así no había ocurrido nunca, ni en el fútbol masculino ni en el femenino, ni en el fútbol de clubes ni en el de selecciones. Es cierto que algunas veces, los jugadores, cansados de su entrenador, “les hacen la cama”, como se suele decir, o sea, que pierden a propósito para que echen al entrenador, lo que suele ocurrir porque, como dice el tópico, es más fácil echar a uno que a veintidós. A veces, los jugadores también presionan para que los clubes contraten a un entrenador de su gusto... Vamos, las habituales conspiraciones de vestuario... Pero anunciar en
un comunicado que te niegas a jugar hasta que cambien al entrenador... eso nunca había ocurrido... En mi opinión, no fue una buena estrategia. Estaba claro que la Federación no podía aceptar un chantaje público... Sigue, Sandra
VERDUGO
(Recibe la puya de la periodista, que sabe que la presidenta de Futpro animó a las jugadoras a rebelarse) En realidad las razones eran de mucho mayor calado. En definitiva se trataba, y se sigue tratando, de derribar las estructuras machistas de la Federación. Quizá hace un año no supimos calibrar que las condiciones no eran
favorables... (Duda unos segundos si hacerlo, pero se atreve al fin a decir lo que está pensando). Por ejemplo, no imaginamos que el el Consejo Superior de Deportes de un Gobierno feminista iba a apoyar en todo momento a Rubiales.
MINISTRA
(Disculpándose con aflicción exagerada) Yo no supe nada entonces. De lo contrario, no te quepa duda, habría presionado al presidente para que os apoyara a vosotras... Tienes toda la razón, Sandra, el Gobierno tendría que haberse puesto de vuestro lado... Perdona, sigue.
VERDUGO
Sigo. La federación, con Rubiales a la cabeza, decidió apartar a todas las jugadoras en rebeldía y confeccionar un nuevo equipo, apostando por jugadoras jóvenes, más manejables... Alexia
Putellas, la capitana, que como sabrás es la mejor futbolista del mundo...
La ministra pone cara de no conocerla. Si le hubiera nombrado a Messi, Vinicius o Mbappé, que al menos le suenan... pero de fútbol femenino no tiene la menor idea. Intenta, como hace siempre que no sabe algo, disimular con una sonrisa: quizá por eso sonríe siempre.
VERDUGO
... y Jenni Hermoso
MINISTRA
(Contenta como el escolar al que por fin le preguntan algo que sabe) ¡La del beso!
VERDUGO
(Rectificando) La de la agresión...
MINISTRA
(Poniéndose muy seria) Agresión que no vamos a tolerar y por la que vamos a exigir a la Federación y al CSD medidas contundentes...
VERDUGO
Decía que Alexia y Jenni no se rebelaron, pero apoyaron en redes sociales a sus compañeras rebeldes. Más tarde, a medida que se acercaba el mundial, tres de las quince rebeldes pidieron volver a la selección y fueron readmitidas. Total, que la única posibilidad que teníamos de ganar la guerra contra la Federación, después de haber perdido esa batalla, pasaba porque la selección hiciera un mundial desastroso y culpar
de ello a Rubiales y Vilda por su resolución contra las quince rebeldes... Pero, lejos de ocurrir eso, ¡lo ha ganado!...
RUFIÁN
Esa victoria habría demostrado que la Federación actuó bien al no acceder al chantaje de las quince. Ya lo era antes, pero después del mundial, Rubiales es intocable... O lo era, porque al idiota no se le ha ocurrido otra cosa que estamparle un beso a Jenni urbi et orbi. Tenemos la oportunidad de revertir la situación y echarlo a patadas de la Federación... La ocasión la pintan calva (Ríe. También lo hace Sandra. La
vicepresidente pone cara de no entender la broma)... Calva, por Rubiales (la ministra sonríe).
VERDUGO
Pero hay un obstáculo... Jenni Hermoso.
MINISTRA
¿Cuál es el problema?
RUFIÁN
Después del partido, antes de tomar el vuelo de vuelta a España, Jenni dio una entrevista en la COPE en la que acababa con cualquier posibilidad real de aprovechar esto políticamente. Porque
no se trata sólo de echar a Rubiales y... (como el que repite desganado una lección aprendida)... “desmontar las estructuras patriarcales del fútbol español y bla, bla, bla”. (Recibe con indiferencia la mirada reprobatoria de Sandra, que piensa, con razón, que la periodista es una cínica). Se trata, en lo que a ti respecta, ministra, de consolidar tu liderazgo político. ¿Cómo? Liderando un Me Too español. Hay un pequeño riesgo de reavivar a Podemos, pero muy pequeño... Bueno, en realidad no, ese muerto está bien muerto
MINISTRA
No te entiendo.
RUFIÁN
Volvamos a lo que dije antes, a la entrevista que le hicieron a Jenni en la COPE. Te leo la transcripción de lo que respondió a la pregunta sobre el beso: “A mí no me importa, ¿sabes? Yo soy campeona del mundo y eso es lo que me voy a llevar esta noche. A día de hoy todo va a estar mal visto por los ojos de quien lo mire y yo sólo puedo decir que ha sido el momento de la efusión y del momento, que no hay nada más allá y que se va a quedar en una anécdota y ya está, que la gente si le quiere dar bombo se lo dará, y quien no, pues no. Segurísimo que no va ir a más”. ¿A quiénes se refiere? Abrieron el fuego Irene, Ione y Pablo, con sendos tuits calificando el beso como agresión sexual. Nadie podía esperar otra cosa de ellos... cuando la gente les escucha decir cosas como que ese beso es una agresión sexual, piensa: “ya están sacando las cosas de quicio, como siempre”... Pero si no fueran ellos los únicos que lo dicen... Si todo sale como espero, se pondrán la medalla por haber sido los que echaron la bola a rodar. Pero el momento crítico no es el momento de echar la bola a rodar, sino el momento en que la bola coge un impulso que ya nadie puede pararla. Todavía no hemos alcanzado este punto crítico; tenemos que conseguir que lo haga, que nadie pueda parar la bola.(Se da cuenta de que Yolanda empieza a comprender, pero que le falta, como a la bola, un empujoncito). Te lo traduzco: tenemos que hacer que se vaya sumando gente a la corriente hasta que llegue el momento que ninguna persona pública se atreva a ir contracorriente.
MINISTRA
Comprendo... sumar... que sea un beso de escándalo (y sonríe, pero esta vez porque comprende).
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